Generalmente los que eligen un instrumento de luthier, son aquellos músicos que han alcanzado tal grado de sensibilidad, que determinan la manera precisa en que el sonido su instrumento formará parte de su expresión artística.
Cuando un músico profesional viene a mi para que le fabrique un instrumento, surge una relación especial en la cual me toca interiorizar la idea que tiene con respecto al instrumento que desea, desde un punto de vista artístico, funcional, técnico y emocional. Con base en ello, le ofrezco una gran variedad de opciones en cuanto a la composición de maderas, para encontrar el timbre que esta buscando; acto seguido, pasamos a definir detalles de gusto personal como la pintura incrustaciones, tipo de acabados estéticos, como brillante, mate, semi mate.
Teniendo en cuenta esos conceptos, le pregunto que instrumento tiene o alguno que haya probado alguna vez y le resulte muy cómodo para poder hacer el la forma del mástil a su preferencia y funcionalidad.
De esta manera, tanto el músico como el luthier tendremos claro el tipo de fabricación que vamos a implementar, así como las maderas, hardware y acabados.
Durante el proceso de construcción, que es aproximadamente 4 meses, le pido que me visite para que pruebe los distintos aspectos del instrumento y cuando llegue el momento de pintar no tengamos que seguir modificándolo.
Para este instrumento tan especial, la inversión del músico dependerá de su elección de maderas, el tipo de construcción, los componentes y detalles estéticos.
La experiencia de tener tu propia guitarra o bajo, personal, es única. Conozco gente que ha rechazado reiteradas ofertas por sus instrumentos artesanales y sinceramente creo que nunca se desprenderán de ellos.
Luthier Guillermo Morone
Buenos Aires, Argentina